Empuñar la espada (kirpan): el eslabón perdido del kundalini yoga

Siri Gurudev

El fin se semana del 17, 18 y 19 de abril, estuvimos en el retiro del Guerrero santo organizado por Comunidad yoga Bogotá con los invitadosHari Nam Singh Khalsa, su esposa y nuestra cocinera favorita Kulwant Kaur y el sensei de artes marciales Kuldip Singh Khalsa. Allí obtuvimos una visión muy interesante como profesores y practicantes de kundalini yoga que puede resultar controversial en algunos puntos, pero que, a mis ojos, nos cuestiona y nos trae una reflexión muy bella sobre el sentido de nuestra práctica y, al final, sobre el sentido de nuestra vida y las decisiones que tomamos en ella.

Hari Nam Singh Khalsa en conversatorio con nosotros el sábado en la noche.
Hari Nam Singh Khalsa en conversatorio con nosotros el sábado en la noche.

Para escribir estas líneas, me sintonizo con Guru Hobind Singh, el décimo Gurú a quien sigue Hari Nam para todas sus enseñanzas sobre el Guerrero Santo. Me sintonizo escuchando el Jaap Sahib, la oración que este Gurú compuso, a la vez que descubro con alegría cómo el Gobinde Mukande, el Ajai Alai, el Chattr Chakkr y el Jai Te Gang (mantras que escuchamos o utilizamos en nuestras clases de kundalini) están contenidos en esta oración. Recuerdo la voz de fondo de Hari Nam que, con toda su euforia, nos gritaba: ¿cómo es posible que no hayas indagado por el significado de los mantras que cantas o pones en tus clases? ¿No sabes que el Jai Te Gang es una alabanza a la espada?

Guru Gobind Singh. Foto de Appszoom

Para Hari Nam, el miedo, la condescendencia, el uso del yoga kundalini como un producto para vender, entre otras, han causado que, como profesores y practicantes de kundalini, hayamos dejado de indagar acerca de los orígenes de esta práctica. Desde mi perspectiva, esto señala al punto siempre en discusión de qué tanto sobre el sikhismo debemos saber y aplicar los practicantes y profesores de kundalini yoga.

La religión Sikh es el contexto del cual viene nuestro maestro Yogui Bhajan, quien nos dio todas las kriyas y meditaciones que practicamos. Entonces, al final, la práctica del kundalin está ligada a ese origen, y los mantras que nos acompañan cada vez que hacemos una kriya en su mayoría fueron escritos por los Gurús de esta religión.

Ahora bien, no es este el espacio para dedicarse a resolver el asunto. En este caso, lo importante, en mi opinión, es conocer la postura de Hari Nam y tomar de ella lo que pueda enriquecer nuestra vida.

Entonces, ¿qué es eso que no sabemos o no hemos querido saber del origen del kundalini? El eslabón perdido hace referencia a que nuestro linaje practicaba artes marciales (gatka, un arte de combate con espadas), pero, sobre todo, nos señala que nuestro linaje es uno de guerreros (en el sentido literal de la palabra) que defendieron su territorio.

Por supuesto, muchos pueden decir que este aspecto del guerrero es un asunto contextual, una condición que se dio por el momento histórico de ocupación de los territorios sikh, los violentos asesinatos a esta comunidad, etc., pero que este aspecto no es acogido en ningún sentido por la forma yógica de vida, que sería, en ese caso, una forma de vida pacífica y seguidora de la no-violencia (ahimsa). Para un yogui contemporáneo, tal vez sea escandaloso hablar de un practicante de yoga que es también guerrero y que empuña sus armas en el campo de batalla.

Sí, es verdad, Hari Nam no es completamente pacífico. Él dice que debemos tratar de resolver cualquier conflicto por medios pacíficos hasta donde sea posible, pero que, si es necesario, es legítimo el uso de la violencia. Él incluso no descarta que sea necesario matar a otro ser humano para defender la propia vida y la de los nuestros (si, por ejemplo, estamos en medio de un robo y alguien va a acuchillarnos). Él dice que tenemos derecho a defender nuestra vida y los dones que tenemos para este mundo, y que nadie tiene derecho a arrebatárnoslos.

Mis maestras siempre me han enseñado que “la indefensión es mi fortaleza”, es decir, que, aunque ciertamente puede herir mi cuerpo, nadie puede al final hacerme daño, porque mi verdadero yo es esa parte infinita e innombrable que nunca perece. Por eso, no estoy en constante estado de defensa, mis soldados están “tomando cerveza en el bar y no en la batalla” y esa es justamente mi fortaleza, el saberme indestructible.

Kuldip Singh en su clase de artes marciales

Hari Nam estaría totalmente de acuerdo con esta idea, pero añade, además, que NO, no pueden tampoco dañar nuestro cuerpo, porque nos preparamos para responder y estamos siempre listos. Cuando nos van a robar, no dejamos que nos lastimen, peleamos, reaccionamos y nos defendemos. Entonces nos sentimos seguros porque somos fuertes, porque somos guerreros. Por eso nos recomendaron aprender un arte marcial y enseñar a nuestros hijos, «no es justo dejarlos en estado vulnerable en un mundo como este». Por eso mismo, también, al retiro del Guerrero Santo nos acompañó Kuldip Singh Khalsa, el sensei de Taiyo, para enseñarnos técnicas de auto-defensa.

Lo importante, nos dijeron, es saber que la violencia es la última opción, y que, si vas a lastimar a un agresor para volver a salvo a casa, lo debes ver como a un hermano y, de alguna manera, desde la neutralidad y el equilibrio en tu ser, sin odio.

Este asunto de la no violencia, de defenderse, etc., que es controversial para los yoguis, es una discusión en la cual cada uno toma su posición. Alguien puede decir que, si va a ser asesinado, no se apegará a este cuerpo y simplemente dejará que suceda lo que deba suceder, porque igual no morirá, solo morirá su cuerpo, que al final es una ilusión. Otro dirá que esta idea es contra-intuitiva y absurda, y que uno debe entrenarse y estar preparado para defenderse y defender a los suyos, reaccionar y no dejarse matar.

Con todo, este asunto no puede nublar lo que es más profundo e importante. Porque la idea del Guerrero Santo no es únicamente la de estar preparados para defendernos en el mundo físico. Hay algo mucho más sutil y metafórico aquí que puede transformarnos.

Para Hari Nam, el objetivo de nuestras vidas es la liberación. ¿Quién no querría la liberación, estar y sentirse totalmente libre y feliz? ¿Y qué es lo que nos ata en este mundo y nos hace esclavos? El miedo. Vivir en liberación es vivir sin miedo, y quien vive sin miedo es un Guerrero Santo, alguien a quien nadie puede intimidar, a quien no es posible extinguirle su luz.

Según estás enseñanzas, el método para vivir sin miedo es el carácter. Tener carácter significa vivir con nobleza, como si fuéramos Dios en la tierra, puros, honestos, fuertes. Tener carácter es mantenerse como alguien de la realeza en cualquier situación, sin perder los estribos, sin desbordarse, sobrio, sabio.

El problema es que solemos no tener carácter. Creemos que el rechazo nos hace menos dignos de amor, así que todo el tiempo negociamos nuestro carácter para complacer a los otros y evitar su rechazo. No tenemos carácter y negociamos nuestra vida incumpliendo las promesas que nos hacemos a nosotros mismos, maltratando a otros, dejándonos maltratar, haciéndonos daño con lo que comemos, lo que pensamos, lo que hacemos. Al negociar nuestro carácter, negociamos nuestra liberación.

Práctica día domingo
Práctica día domingo

Es por eso que Hari Nam dice constantemente que la práctica del yoga kundalini no es un camino espiritual, que hacemos este yoga para sentirnos relajados, en estados de conciencia elevados, para limpiar emociones, incluso para refugiarnos y olvidar nuestros problemas, etc., pero que, al final, vamos en un tren sin siquiera preguntarnos a dónde va. Vamos a yoga y salimos en paz y sentimos placer, pero, de puertas para afuera, somos todavía infelices, hacemos daño a otros y a nosotros mismos. ¿Entonces, qué estamos haciendo? Por eso, dice él (hablando fuerte), que hay profesores de yoga que son mentirosos, deshonestos, que duermen con sus estudiantes sin comprometerse con ninguno, etc. Para él, vivir una vida espiritual es vivir una “vida dhármica”, lo cual no se alcanza únicamente haciendo yoga.

En este sentido, la práctica del kundalini es solo una herramienta para la liberación, pero no es suficiente. Hoy en día, dice él, se ha convertido simplemente en un negocio.

Y, ¿qué hace a una persona para desarrollar su carácter?

La respuesta que da Guru Gobind Singh es el compromiso. En realidad, esta es más bien la pieza faltante del yoga kundalini. Una vida de alguien con carácter, de alguien con un gran calibre, es una vida comprometida a una causa mayor que uno mismo. ¿Cuál causa? Aquella que sea mejor según nuestras habilidades y gustos, que no se dirija a enaltecer nuestro ego. Esto requiere, por supuesto, conocimiento de uno mismo para poder decidir qué camino tomar.

Los esposos Sikh Kulwant y Hari Nam
Los esposos Sikh Kulwant y Hari Nam

Un Guerrero Santo es alguien que se compromete en todos los sentidos. Por eso, lo que Hari Nam dice sobre las relaciones es muy bello. Como Sikh, defiende el matrimonio y la monogamia. Una vez más, estas son posturas con los cuales uno puede estar o no de acuerdo, pero lo bonito de su idea es que si uno decide pasar la vida con alguien uno debe comprometerse porque, ¿qué sentido tienen esas relaciones en las cuales uno no se siente a gusto y solo está esperando que acabe? ¿No es perder el tiempo? ¿No es eso falta de carácter? Uno se debe enamorar de la integridad de la persona. No hacerlo es lo que nos ha traído problemas toda la vida. Nos enamoramos del ego del otro, es decir, nos enredamos con nuestros propios apegos. Por eso, sufrimos. Si nos enamoráramos del carácter del otro y por eso lo admiráramos, no sería tan fácil terminar en una pronta separación, no sería tan fácil añadir un fracaso amoroso a nuestras vidas y una frustración más.

Si uno se compromete con una causa mayor que uno mismo, entonces el miedo desaparece. Porque si te comprometes con algo más grande que tú, tu vida está al servicio de esa causa, es decir, no temes morir por ella. Es interesante esta idea, porque, para él, no nos liberamos del miedo primero venciendo pequeños miedos hasta enfrentarnos al miedo más grande, el miedo a la muerte. En realidad, es al revés. Primero enfrentamos el miedo a la muerte ofreciendo nuestra vida por una causa y entonces todos los miedos se desvanecen.

La última enseñanza que escuchamos de su boca fue que hay algo imprescindible para una vida comprometida y es un código de conducta. Este código permite no solo desarrollar el carácter, sino que contribuye a que la persona no se separe de las promesas que hizo, que no se separe de aquello con lo cual se comprometió.

Todos los sistemas de pensamiento tienen un código como este. Pueden ser los yamas y niyamas, los principios del Budha, etc. Para los sikhs, se trata del Rehat Maryada, que incluye no consumo de alcohol, drogas, tabaco (pues a estar en estados inducidos por estas sustancias uno podría dejar de cumplir sus promesas) así como ser vegetariano. No importa cuál código sigamos, mientras sea uno y nunca se rompa.

Seguir un código de conducta es, dice Hari Nam, una puerta hacia la libertad. Sueña extraño, porque si uno se restringe a unas reglas, está limitando sus caminos posibles. Si embargo, esgrime él, cuando saltamos de aquí para allá y probamos esto y aquello, en verdad vivimos una vida de confusión, no de libertad. Tenemos la opción de vivir una vida cómoda, sin carácter y sin esfuerzos para cumplir nuestro código, que será inevitablemente complicada; o una vida simple, regida por un puñado de reglas, que será inevitablemente difícil, por el esfuerzo que amerita, por la confrontación que trae, etc. ¿Cuál elegimos, simple y difícil o cómoda y complicada?

Kirpan (espada). Tomada de: wikipedia.org

Al final, de todo esto se trata empuñar la espada que, no sobra decir, es una espada o daga que los sikhs llaman Kirpan, y que es portada por quienes se bautizan en esta religión como símbolo del guerrero santo. Hari Nam nos enseñó durante dos días y medio que el camino del Dharma es aquél en el que hay una práctica diaria (en este caso de kundalini) pero hay, además, un desarrollo del carácter. Para explicarnos esto nos habló de palabras claves como nobleza, integridad, compromiso y código de conducta.

Tomamos lo que nos haya vibrado de estas enseñanzas para aplicar a nuestras vidas. A mí en particular me interpeló, porque he dedicado mucho de mi energía y esfuerzo a comprender y aplicar el amor compasivo, sin límites y sin exigencias (a veces a la fuerza, lo cual ha terminado no tan bien), pero no dedico tiempo, energía y corazón a observar la grandeza de mi ser, la fuerza y la tenacidad que tengo. ¡Hacer las kriyas o las meditaciones intensas que alguna vez hemos hecho es un asunto de guerreros! es una metáfora de nuestro espíritu fuerte y una invitación a que nuestro carácter sea, así mismo, de gran calibre.

El último día del retiro Hari Nam nos guió a través de una kriya inspirados en la imagen de la esposa de Guru Gobing Singh (Mata Jito) empuñando una espada en la batalla. Algo similar a esto:

Mata Jio. Foto de National Sikh Samaj

Y fue muy bello ver cómo esta idea empoderó a las mujeres, que hacían mayoría en el retiro. Fue maravilloso ver sus espíritus fuertes y confiados de sí mismos.

El poder de la mujer y su danza
El poder de la mujer y su danza

Por supuesto, la idea de ser amoroso y compasivo no riñe con la idea de ser un guerrero santo. Es solo que, tal vez, se ha privilegiado más lo primero que lo segundo. Al final, es justamente la combinación de santo (amoroso, compasivo) y guerrero (tenaz, fuerte). En realidad, la complejidad del asunto está en cómo ser fuertes, nobles y guerreros, imposibles de intimidar, pero compasivos, amorosos, sin ego, sin lastimar a nadie con nuestras inseguridades, sin creernos superiores, sin ser agresivos al primer tropiezo. La idea no es tratar de encontrar este equilibrio, ¡es hacerlo ahora!

Esta visita de Hari Nam también resonó en mí como una alerta. Sus palabras me hicieron pensar sobre el rumbo de mi vida y las muchas veces que negocio mi libertad. Cosas tan simples como ser vegetariano pero comer pescado, o prometerme a mí mismo una noche que al otro día me levantaré a practicar mi sadhana sabiendo que no lo haré. Siempre es bueno tener una sacudida de vez en cuando para mirar el panorama de la vida desde las copas de los árboles. por eso, termino este artículo con una serie de afirmaciones para atraer a mi vida: asumo con seriedad mis promesas, soy cogerente y lo soy con gracia, con fuerza y con determinación, como un guerrero santo.

Quisimos que oyeras en voz propia a Hari Nam, su entrevista aquí.

Sat Nam!

Siri Gurudev (Tak).


4 respuestas a “Empuñar la espada (kirpan): el eslabón perdido del kundalini yoga

  1. Gracias por compartir Tak, desde hace días vengo sintiendo la necesidad de profundizar más en las bases del kundalini yoga y especialmente en el significado de los mantras que son pieza clave de la práctica y de la enseñanza, sobre todo después de escuchar el japji en español. Hay tantos mensajes contenidos en ellos que es un desperdicio usarlos sin saber en que contexto aplican.

    Tu conclusión con respecto a ser un guerrero amoroso, me resuena muchísimo, tampoco se como hacerlo, pero estoy dispuesta a ponerlo en práctica me parece maravilloso ..

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