Entrevista a Bachan Singh en el marco del 11° festival de yoga en Olot.
Entérate de cómo empezó su práctica de yoga, cómo se hizo profesor y luego sikh. Sobre la comunidad sikh en Barcelona y los temas delicados de llevar un turbante de por vida.
Escucha la entrevista completa aquí: http://yogaparatodos.podomatic.com/entry/2015-08-27T12_58_53-07_00
Apartes de la entrevista:
YPT: ¿Quién es Bachan?
B: Esa en una buena pregunta… en lo terrenal, una persona que es profesor de yoga y que intenta ser consecuente con lo que transmite en las clases. (…) enseño kundalini, hatha, vinyasa.
YPT: ¿Cómo llega el yoga a tu vida?
B: en principio por una aparente casualidad, digo «aparente» porque las casualidades no existen. Yo estuve casado 25 años y la que en aquel momento era mi mujer un día me comenta que van a abrir un sitio de yoga al lado de casa, que si puedo ir a pedir información. Me acerco. La persona que me atendió me dijo: si quieres puedes probar una clase. Entonces fui a probar la clase. Aquel día volví a casa y mi ex-mujer me estaba esperando con mala cara pues no le sentó muy bien y el caso es que yo terminé haciendo yoga y ella no.
Esa sería la versión oficial. Yo, en realidad, leí un libro hace muchos años, cuando tenía alrededor de unos 17, que fue Siddharta. Aquel libro fue un antes y un después, algo cambia dentro. Si hubiera tenido la posibilidad, me habría ido corriendo a India, porque quedé realmente extasiado. Creo que en el fondo o en realidad las personas no cambiamos tanto como parece que cambiamos. Sí tenemos épocas en las que aparentemente estamos más presentes y otras en las que estamos como en stand-by, como en espera. A lo mejor estamos haciendo cosas que no tienen nada que ver con lo que sentimos o lo que pensamos o lo que deseamos y que de alguna manera generan conflictos latentes que van contigo hasta que un día haces ese cambio y te acercas a lo que realmente sientes, con lo que es tu verdadera identidad.. Seguramente, de alguna manera subliminal, el yoga ha estado flotando ahí, Porque no era una cosa que yo nunca hubiese oído hablar de la palabra yoga, conocía lo que significaba y previamente a ese momento de haber tomado la primera clase, había pasado por mi cabeza la idea de que debía hacer yoga. Durante un tiempo estuve haciendo deportes y llegué a una edad en la que sentía que lo que estaba haciendo era muy agresivo para mi cuerpo. Y sí, peregrinamente ya había pasado esa idea por la cabeza.
YPT: ¿Qué significó el yoga para ti?, ¿qué transformó?
B: Lo cambió todo. Empecé a hacer yoga y recuerdo que las primeras clases fueron de hatha yoga por el profesor. Él en aquel momento estaba haciendo la formación de kundalini yoga. Y entonces un día en el horario que iba yo, el de la noche, hicimos una clase e kundalini y no sé si en ese mismo momento al acabar la clase o al otro día a los que íbamos habitualmente a ese horario nos dijo que podíamos elegir hacer hatha o kundalini y por mayoría elegimos kundalini. A partir de ahí, durante un tiempo muy largo, fue kundalini. Eso pasaba a finales de un año, no recuerdo cuál era, el 2000 y poco. El centro se abrió en septiembre u octubre y en mayo del año siguiente, si no me falla la memoria, fui a mi primer retiro de yoga. Era un retiro que iba sobre el Japji. Ese retiro hizo algo dentro, algo pasó dentro, algo cambió. Me fui metiendo más y, en seguida que comenzó la formación, a partir de esa fecha yo me apunté y todo fue aparentemente muy rápido.
YPT: ¿Cómo llegas a enterarte del sikhismo?
B: Cuando estás en la formación empiezas a ver cosas, porque hay capítulos que hablan sobre el sikh dharma y sobre la figura de Guru Ram Das y un poco menos sobre Guru Nanak, aunque siempre está presente en los mantras, en el Japji en la lectura cuando haces el sadhana de la era de acuario por la mañana. Y a pesar de no saber gran cosa sobre nada, hoy en día tampoco se mucho sobre nada, si acaso tengo más clase que sé menos, te das cuenta del tamaño de tu ignorancia, empiezo a sentir como una atracción difícil de explicar sobre la figura de Guru Nanak, a pesar de que Guru Ram Das es como el santo patrón de kundalini. (…) Te empieza a picar la mosca. Un día recuerdo que compré un libro que estaba en el centro donde yo estaba haciendo la formación que creo que era un libro que estaba editado en sudamérica porque estaba editado en español, es un un libro grande, azul, de tapas duras. Hay una introducción muy buena de lo que es el sikhismo. Mi primera fuente, además escrito en castellano. (…) decía que es el seva, que es el khalsa, una muy buen resumen. Y luego el otro recurso es Gurugoogle. Buscas información desesperadamente y vas encontrando de manera limitada información y luego el que era mi profesor, Hargobind, que era en es momento no había hecho la transición (no sé si todavía se considera sikh, independientemente de que uno lleve barba o turbante uno puede seguir siendo sikh, yo no le he preguntado ¿has dejado de ser sikh?), era una persona, enfrente tuyo, que es un referente, que lleva turbante, que lleva barba. Siempre se suele generar algún tipo de empatía en los círculos en que uno se mueve, es bastante habitual en el ser humano. Pero en ese aspecto Hargobind era bastante parco, siguiendo uno de los principios de sikhismo, él no hacía proselitismo. Yo le preguntaba, pero no era fácil acceder. Entonces mi proceso en este mundo ha sido bastante individualizado, entonces yo sigo leyendo un libro en castellano que encontré un día en Barcelona pasando por un bazarín. Yo no me lo creía, era de la vida de Guru Nanak. ¡No puede ser! y en castellano. Y a partir de ahí un día, la que en su momento era la mujer de Hargobind (venía Snatam Kaur a Barcelona a hacer un concierto) me dice: ¿Bachan, quieres hacer la ruta de los Gurdwaras (lugares de reunión de los sikhs, como si fueran iglesias) para promocionar el concierto? Y yo le digo: sí, fantástico, así los conozco. Así que yo tomé la propaganda y visité tres Gurdwaras (…) en el tercero el recibimiento fue bastante cordial y, a partir de ese momento, a título individual, empecé a ir al Gurdwara y se ha convertido en mi Gurdwara porque es al que voy habitualmente.
YPT: ¿Y luego decides volverte sikh?
B: Bueno, sí, yo en ese proceso de la formación ya me empiezo a transformar, entre comillas, a convertí. En seguida me dejé la barba y cada vez que teníamos intensivo le decía a Hargobind (me fui a comprar una tela) que me armara el turbante y me acuerdo el primer día que me armé el turbante blanco, claro está, él dijo una frase como «se te ve tan majestuoso». Era este tipo de turbante que usan los sikhs americanos. La verdad es que se me veía guapo, había algo. Y luego yo empecé a dar clases con el que yo tenía de profesor habitual en el lugar en donde vivo. Entonces cada vez que voy a dar clase o a recibirla, me pongo el turbante. Fue el primer sitio en el que comencé a usarlo, no solo en los fines de semana de la formación. Poner, quitar, poner, quitar.
Una de las cosas que tenemos que hacer en la formación es el tantra blanco y las opciones a nuestro alcance son tres: aquí en España se hace cada dos años en Madrid y cada dos años en Barcelona y se van alternando y la otra es el Festival de yoga de Francia y ese año cogió el coche y me fui a Francia. Allá son tres días de tantra blanco, aquí son día y cuarto, día y medio. (…) Allí montan un Gurdwara y hacen todas las cosas que se hace en un Gurdwara solo que allí todo el mundo es occidental. Ellos en cada festival hacen dos cosas: el Amrit para la gente que se quiere hacer khalsa y lo otro es una ceremonia que yo tengo la sensación de que es una ceremonia puramente occidental, no me da la sensación de que los sikhs lo hagan, es como tomar unos votos. Yo hasta la noche anterior estuve debatiéndome y entonces como no tenía claro si iba a ser lo suficientemente fuerte como para hacerme khalsa decido tomar los votos. Digo, eso me servirá como preámbulo porque lo que quería hacer era, de entrada, ser fiel a mi palabra. Y como no sabía que iba a traerme la vida, pues opté por los votos. Allí oficialmente me convierto en sikh. Aquel día ya, (…) cuando salgo de Francia, salgo con el turbante.
YPT: ¿Hiciste el Amrit?
B: No, porque mi pareja, Carolina, no es sikh. Aquí en la comunidad te piden que tu pareja sea khalsa también. (…) En el Gurdwara siguieron insistiendo y me dijeron que bueno, que puedes con una condición: no puedes tener relaciones con ella. Y tampoco soy un santo, todavía no llegué a ese extremo. (…) Ahora, en este momento, veo difícil que me haga khalsa. No por falta de convencimiento, sino porque no cuadra la cosa.
YPT: ¿Puedes explicar la diferencia entre ser sikh y ser khalsa?
B: Un khalsa es un sikh. Dentro del sikhismo hay esa persona que decide llevar su camino a un máximo compromiso, entonces se bautiza. (…) Hacerte khalsa significa que tienes que cumplir una serie de reglas. Ser sikh, es complejo, implica a lo mejor para un occidental una cosa y para un Indio algo tan concreto, porque un indio que nace en una familia sikh es sikh de nacimiento. Entonces, irá haciendo las cosas que ve en mamá y papá, cosa que no pasa por un occidental porque se convierte. Para él todo es nuevo, en ese aspecto. Las reglas generales son ir por lo menos una vez a la semana al Gurdwara para estar en contacto con el Guru, por estar con la sangat. Recitar o escuchar los banis, o estar presente en el kirtan, participar del langar, y todas esa cosas que de alguna manera le dan una identidad a la comunidad sikh. Tener una alimentación vegetariana, no fumar, no tomar alcohol, no tomar drogas, no tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, si estás casado no tener relaciones sexuales con otra persona, cosas, si las ves muy parecidas a las de otras relaciones. (…) Prácticamente todos los parámetros cuadraban con mi forma de sentir o de pensar. Creemos en la igualdad entre el hombre y la mujer, ese tema del vegetarianismo tanto desde un punto de vista de la salud como del respeto a la vida de los animales, el tema de las drogas, del alcohol, también me cuadran, es un modelo de vida como muy yóguico. (…)
YPT: ¿Algún consejo para un kundalinero que quiera convertirse en sikh?
B: Ya lo decía yogui Bhajan: uno no tiene la necesidad de cambiar de religión, dios está en todas partes. Está en todas partes porque está en ti. Está en nosotros. En realidad, la vida solamente se basa en cómo tú te relacionas contigo. Con base en esa relación te relacionas con todo lo demás, con los demás, con la naturaleza, con la tierra, con dios. Entonces, a veces tenemos una necesidad enfermiza de cambiar algo y a lo mejor no tenemos ninguna necesidad, lo único que tienes es que mirar lo que tienes a tu alrededor y a lo mejor lo único que tienes que cambiar es la manera en la que hasta ese momento te has estado relacionando con tu medio ambiente, con tu círculo cercano, y a lo mejor ahí vas a encontrar las mismas respuestas que vas a encontrar en otro sitio. Porque, por mucho que vayas a un Gurdwara, no encontrarás ninguna respuesta si realmente no las encuentras en ti. No hay ninguna panacea en ningún sitio, siempre a base es uno. No es lo otro, eres tú. A veces tenemos necesidad de ir a los Himalayas para encontrar al gran maestro y a lo mejor el gran maestro está al lado de tu casa. Hay que estar atentos para ver qué es lo que nos está diciendo la vida, el problema es que la mayo parte de la vida no la pasamos demasiado mirando el ruido externo y eso no nos permite estar atentos.
YPT: La última pregunta es una curiosidad política. ¿Cómo has vivido el asunto del turbante y la discriminación?
B: Bueno, es real, hay mucha gente que te confunde con lo musulmán, piensa que eres un musulmán. Si la situación es adecuada, pues le puedes explicar, si la situación no es adecuada, le puedes ignorar. No tienes que alimentar una mala historia en tu interior, cuando no es tu mala historia, es la historia del otro. Sí que es verdad que la mayor parte de la población ve el mundo que aparece en las noticias y se traga la información que sale en las noticias, entonces eso confunde mucho. También es verdad que cada uno tiene la cultura que tiene independientemente de que haya estudiado o no, cada uno tiene su propia cultura. Muchas veces la cultura de las personas tiene el nivel que tiene. Entonces hay una gran ignorancia en general, esto no es otra cosa aparte. (…)
En cuanto a los aeropuertos, te encuentras de todo. Yo, gracias a dios, nunca me tuve que quitar el turbante en el control de seguridad, pero sí que es verdad que te encuentras con todos los espectros, desde pasar sin más hasta «-Se puede quitar el turbante. -No» y andando a buscar a la guardia civil. Te llevan a una habitación sola, «-Te importa que te toque, con mucho respeto». Te tocan, y siga. (…) Pero sí que es verdad que cuando vas al aeropuerto, respirar, te toma un trabajo. Yo sé que gente de la comunidad de Barcelona hablaron con AENA que es el organismo que gestiona el aeropuerto en Barcelona. Aquí en Barcelona la comunidad sikh se mueve bastante. Han tenido contacto con la policía y se han ido a la academia y allí se han presentado. (…) Realmente han hecho un esfuerzo enorme por integrarse y darse a conocer y, sobre todo, para que no nos confundan con musulmanes, que no somos terroristas, que llevamos kirpan (espada), pero que es un artículo de fe como el crucifijo de los católicos, que tenemos un aspecto, pero que eso no significa que seamos malos. Y ahí está dando su fruto el tema.
YPT: ¿Hay algo que quieras añadir?
B: Todo esto no dejan de ser aspectos externos de la persona, lo realmente importante es esa búsqueda interior, más que búsqueda, ese reencuentro interior. En ese proceso, en ese camino, podemos encontrar cosas que nos ayuden, en mi caso esta es una cosa que me ha ayudado, pero que el reencuentro es una cosa puramente personal e intransferible. Seguramente las cosas que van sucediendo a lo largo de la vida van apareciendo como para darte unas luces. Puedes estar haciendo mil y una cosas, y a lo mejor ninguna de esas cosas funciona porque, igual estás demasiado enfocado en lo externo. No sé si un turbante y una barba es el camino, o un turbante y una no barba es el camino. Lo importante es estar abiertos a esa experiencia interior para llegar en un momento dado a reconocer lo que somos. Todo esto no deja de ser, como se suele decir en la filosofía yóguica, maya. Entonces, ¿yo qué soy? pues esa es la pregunta del millón, qué es lo que realmente soy. Cualquier cosa que te sirva para saber qué eres será buena, y lo que no, no es que sea mala, simplemente es que está ahí, en un proceso, tarde o temprano te va ayudar a llegar a donde tengas que llegar.
Muchas gracias!
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Me parece que no sabes mucho de lo que es ser shik, precisamente en la religion shik nadie practica el yoga. Pues se creo en oposicion a los yogis hinduistas.
Saludos
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Es muy osado pensar que puedes hacer generalizaciones sobre todos los sikhs. Independientemente de su origen, conozco sikhs que hacen yoga y que han llegado a esta religión a través del kundalini. Las religiones se transforman a través del tiempo porque viven en el corazón de sus practicantes, a través de su presente.
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