Enseñando a nuestros niños la gratitud y el contento

Autora: Desi Bartlett

Traductor: Siri Gurudev

La palabra en sánscrito santosha significa contento. El contento es una idea que se nos escapa: si decimos que no estamos contentos, o nos sentimos descontentos, habrá quien nos vea como siendo desagradecidos o necesitando trabajar más duro. Si decimos que estamos contentos, existe a veces la ilusión de complacencia. ¿Cómo podemos enseñar a nuestros niños a estar contentos cuando con frecuencia luchamos con nuestra propia relación con el contento y lo que significa?

Para enseñar algo, es importante entenderlo completamente nosotros mismos. Una de mis definiciones favoritas de contento es “una tranquilidad de corazón”. Esto implica que la necesidad de luchar ha sido superada, y podemos fluir con las olas de la vida. Como padres, si recordamos la primera vez que nos sentamos en una silla a abrazar a nuestro recién nacido, entonces podremos recordar el momento mágico en el que no solo sentimos una tranquilidad de corazón, sino el corazón lleno.

Los niños están por naturaleza bastante contentos con cualquier actividad que los absorbe por el momento, pero con el reto de tantas propagandas enseñándoles a querer más, ¿cómo podemos como padres ayudarlos a mantener el contento de vivir en el presente? La temporada de fiestas es una oportunidad perfecta para explorar esto con nuestros niños. En acción de gracias, es costumbre hablar de aquello por lo cual estamos agradecidos en nuestras vidas. El agradecimiento por lo que tenemos, y la conciencia de la riqueza del vínculo familiar nos puede ayudar a traer un sentido de seguridad y contento a nuestros hijos. Aquí algunas actividades que puedes intentar en casa para ayudar a cultivar la gratitud y, en últimas, el contento.

De 1-2 años: pregúntales a quién aman. Ellos con frecuencia dirán que a la mamá, al papá, a los abuelos o a la mascota. Como padres, podemos dibujar un esquema de estas personas y mascotas, y dejar que lo coloreen. Pon este dibujo en el refrigerador y tráelo a la mesa el día de acción de gracias. No solo el niño estará orgulloso de su trabajo, sino que tendrá una conciencia incipiente del amor de la familia. Solo una advertencia para este tip: escuchar a tu hijo hablando sobre a quién aman puede traer lágrimas de alegría en la mamá y el papá. Ten un pañuelo cerca.

Niños en edad escolar: Ahora podemos empezar a preguntarle a nuestros hijos hacia quién y de qué está agradecidos. Los niños más jóvenes pueden pintar una foto de aquellos hacia quienes tienen agradecimiento para que la muestren en el día de acción de gracias. Los niños más mayores pueden escribir cartas de gratitud hacia quienes se sienten agradecidos. Este es también el momento en que podemos hablar de creencias filosóficas o espirituales. Si tu hijo dice que se siente agradecido hacia dios, el espíritu divino, la madre naturaleza; entonces ha escrito una carta a la divinidad. Esta es una oportunidad para enriquecer el sentimiento de pertenencia, así como el de ser amados, protegidos y guiados.

Adolescentes: Meditación y pranayama son herramientas fantásticas para enseñar santosha. La próxima vez te encamines a tu clase de yoga, llama al estudio y pregunta cuáles son los requerimientos que tienen para los practicantes. Muchos estudios permiten a participantes de los 13 años asistir a las clases. O tal vez haya clases agendadas para esta edad. La meditación, la respiración profunda, así como las posturas pueden promover un sentimiento de gratitud. Habla con tu hijo adolescente después de clase sobre lo que disfrutaron y de lo que se sienten agradecidos. Estar agradecidos por compartir un tiempo juntos, por un cuerpo fuerte y saludable, u otras cualidades mencionadas es una forma de abordar el tema del contento. Esto puede ser especialmente importante durante este estadio de vida en el cual muchos chicos enfrentan asuntos sobre la imagen que tienen de su cuerpo, matoneo y asuntos de aceptación.

Esta temporada de fiestas, recordemos todo por lo cual nos sentimos agradecidos en nuestras vidas, especialmente el milagro de los hijos y de las hijas. Tan pronto comienzan a crecer nuestros sentimientos de gratitud y contento, ejemplificamos esto para nuestros hijos y les enseñamos acerca de la “tranquilidad de corazón”. También le podemos mostrar a nuestros hijos maneras simples de expresar gratitud y, en últimas, sus sentimientos de contento.

“Dejemos a nuestros corazones llenarse de agradecimiento” (Colosenses 2:7).

Texto original. www.layogamagazine.com

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