Autora: Andrea Rubiano (Paramdhir Kaur)*
Antes de llegar a usar una copa menstrual, no sabía que existían. No es algo que veamos en el supermercado, ni en anuncios publicitarios, mucho menos en las droguerías… Una vez enterada, busqué datos, leí lo que me iba encontrando por ahí. Pero fue solo hasta que me atreví a usarla, que logre reconciliarme con mi feminidad, con lo maravilloso y sabio que es el cuerpo de la mujer. En la copa encontré: higiene, salud “pues las copas son libres de blanqueadores, dioxina, asbesto y rayón, que si tienen las toallas y tampones”, también es muy cómoda, me siento segura, promueve la conciencia ambiental ¡pues mucho hablamos y poco hacemos!
¿Sabías que, si tenemos en cuenta que el periodo dura entre tres y cuatro días, en promedio se gasta diariamente 4 a 5 productos de higiene femenina, al mes se arrojarían alrededor de 18 o más de estos productos a la caneca, son casi doscientos al año y 7.000 en tu vida?, y somos casi 3.650 millones de mujeres ¿Qué tal las cifras? Son igual a más basura en nuestra tierrita.
Con la copa incluso fui obteniendo consciencia corporal (pues a veces no conocemos ni nuestra propia vagina), además de que no produce olores. En algunos artículos encontré que las toallas y tampones tienen ciertos químicos que hacen que tu sangre huela mal. Claro, después entendí, huele mal, por lo cual reaccionas cambiándolas más rápido y consumiendo más, ¡es redondito el negocio!
Por otro lado, es una opción súper económica entre $70.000 y $80.000 pesos por 10 años es lo que cuesta la copa, ¿cuánto gastas anual con tampones y toallas?
Entonces, luego de este preámbulo, veamos algunos ítems sobre la copa menstrual:
- HISTORIA
Las copas menstruales comenzaron a utilizarse durante el siglo XIX, aunque comenzaron a producirse de forma industrial hasta la década de 1930. No muchas mujeres las usaban, por dos razones.
-Los prejuicios que implica la manipulación de los genitales.
-El bombardeo publicitario y comercial de toallas y tampones, contra un producto al que se le dio poca difusión (es más rentable para la industria algo desechable)
- MATERIAL
Son certificadas por ISO 9001 con un material antialérgico denominado elastómero termo-plástico medicinal. Y DURA DE 8 A 10 AÑOS (de nuevo afirmo que esto es muy poco rentable para las empresas que comercializan toallas, tampones y protectores)
- TAMAÑOS
Las copas se consiguen en diferentes tamaños, formas y colores.
- POCO A POCO
Si la copa se coloca bien, no duele. Hay que acostumbrarse a usarla, dejar que el cuerpo se habitúe. Una vez que esto se consigue, es muy cómoda, tanto como un tampón, pero sin las desventajas (la resequedad, ese cordón terrible que siempre terminaba en donde no debía, etcétera).
- ¿CÓMO SE COLOCA?
La copa menstrual se inserta en la parte baja de la vagina, no tan profundamente como los tampones. Al estar en el interior, se abre y acumula la menstruación en lugar de absorberla. El diámetro de la copa es similar al de un tampón expandido. Existen diferentes maneras de doblar la copa para insertarla. Información hay bastante por internet: imágenes y videos en Youtube
- SIN RIESGOS
El síndrome de shock tóxico (SST), asociado con el uso de tampones, nunca se ha presentado en mujeres que usan la copa menstrual. No hay casos registrados.
- PH
El silicón con que están hechas la mayoría de las copas menstruales, no altera el PH vaginal, lo cual a la larga ayuda a prevenir infecciones.
- EN SU LUGAR
La copa no puede perderse en el interior de la vagina (que no es una cueva con pasadizos secretos hacia el infinito, ni una gruta mística). Colocas la copa y, cuando quieres sacarla, está en el mismo lugar en que la dejaste.
- TODO EL DÍA
Puedes llevar puesta una copa menstrual hasta por 12 horas. Depende de la marca, de qué tan abundante sea tu flujo. Se puede dormir con la copa, nadar con la copa, hacer ejercicio, malabares, yoga o acrobacia y ¡no pasa nada! No se puede tener sexo con la copa puesta (no sexo del tipo pene que penetra vagina), porque la copa se mantiene en su lugar por efecto de vacío, y dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio.
Recordé, que muchas mujeres me preguntan si hay que quitar la copa al orinar, la respuesta es ¡No, chicas! Ahí voy con la afirmación de que entramos a conocer mejor nuestro cuerpo, ¡son dos orificios diferentes!
- CERO TÓXICOS
Tampones, toallas sanitarias y panti-protectores contienen asbesto, rayón, dioxina y otros componentes tóxicos que a veces se utilizan para blanquear el algodón. Esto causa resequedad, irritación y dolor, sin mencionar la contaminación ambiental que provoca, además de que no suelta residuos en la vagina, no afecta su secreción natural, permite su lubricación equilibrada, disminuye el riesgo de infecciones como cistitis y candidiasis, y no tiene hilos o filamentos que se puedan empapar con la orina. No eta demás comentarles que la copa no es absorbente, siempre nos vendieron eso de “absorbente” y yo creo que todas en algún momento lo tuvimos como principio a la hora de escoger unas toallas o tampones, pero después documentándome al respecto “absorbente = atraer más flujo”, ¡ya anteriormente les deje claro lo del negocio es redondo!
OTRAS VENTAJAS DE LA COPA MENSTRUAL
- Las mujeres que llevan meses o años usando la copa comentan que sus periodos menstruales son más cortos y con menos cambios de estado de ánimo e incluso cólicos. ¿Será porque el cuerpo ya no está en contacto con los químicos? Por lo que sea, ¡qué esperanzadora la idea de que el periodo no sea tu enemigo!
- Con la copa se contamina y se gasta mucho menos. ¡Ya te di algunas cifras!
- No hay olores desagradables ni más basura, la menstruación se queda en la copa y luego se vacía, la puedes sembrar en una matica, nuestra sangre y periodo no son desagradables como siempre no lo hicieron ver, ¡amar nuestro cuerpo tal y como es puede llegar a ser muy sanador! Además, “¿sabías que muchas mujeres ancestrales ofrecían su sangre a la tierra como un símbolo de que ningún hombre de su comunidad derramara sangre?” yo ahora siembro mi sangre y pienso en que un hombre menos derramara su sangre en medio de la violencia. He corregido en mi mente el pensamiento de que la sangre es igual a muerte y ahora la veo como vida.
- Una puede quitarse y ponerse la copa en la ducha, también la puedes quitar en esos baños en que tienes es lavamanos al lado y la lavas con agüita. Si estas por la calle y quizás no hay de esos baños, lo que hago yo es cargar mi botellón de agua, ¡deja de un lado el repudio por tu propia sangre!
- El gasto se hace una vez cada 5 a 10 años y después una se olvida de ello.
Por último, te cuento que nosotros traemos las copitas desde Alemania hasta Bogotá, Colombia y te las ofrezco con mucho amor y confianza. Mi nombre es Andrea Rubiano, por facebook me encuentras como Andrea Paramdhir Kaur y mi contacto de número de Cel. es 3006782036.
¡Namaste, mujeres medicina, sabias y bellas!
*Comparto clases de kundalini yoga y Vinyasa Yoga. Soy un alma al servicio de las otras almas.
GENIAl me encanto la idea y a parte muy interesante e informativo Gracias !!
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Me encantó tu nota!! Reí montón con lo de LA VAGINA NO ES UNA CUEVA INFINITA NI UNA GRUTA. Gracias!! 😊
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jajja ¡genial!
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Recién la empece a utilizar, creó que me esta encantando. Me sentí muy identificada con todo lo que dices, y me cambiaste la manera de pensar aún más con esto: «He corregido en mi mente el pensamiento de que la sangre es igual a muerte y ahora la veo como vida.» Gracias Andrea, saludos desde México.
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Qué alegría que esto te sea de ayuda. Un saludo.
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