Un poco de desesperación.
19 de junio de 2018
Querida Laura,
Oh, amiga. Los dos últimos días fueron tan duros. Caminé con la amiga de Malasia. Todos lo sabemos, pero las relaciones son lo que nos da una comprensión más profunda, más compleja sobre el mundo. Estaba triste por la niebla; la visibilidad era mala. Y ella estaba feliz porque en temporada baja la niebla cubre el paisaje como un cuento de hadas o una película. Ella estaba feliz porque pudo ver eso debido a la temporada baja. ¿Ves? Me rindo. Aceptar el presente, no luchar contra lo que es.
Luego, llegamos tan cansados, y, en el albergue, había una pareja, ¡ella era de Colombia! Y él era de Nepal. Qué experiencia tan refrescante. El aislamiento terminó por un momento. Encontré alguna comunión. Pero entonces.
Tuve un conflicto con mi pareja y terminamos. Me sentí tan desesperade. De repente, me sentí tan vulnerable en el último rincón del mundo, tan perdide. No pude dormir Oré, medité, lloré. Hice algunas lecturas buscando orientación. Ayer, sentí que no podía caminar, pero mi amiga se estaba yendo. Creo que en algún momento tuve ganas de morir. Parece aterrador decirlo, pero creo que todos pensamos en eso a veces o al menos una vez en la vida. La voluntad de morir. Seguí orando y preguntándome, ¿cuál es mi parte en este conflicto? Por favor, quiero ser consciente, quiero aprender. Quiero asumir la responsabilidad que me corresponde.
Me quedé cada vez más en quietud, mirando las cascadas, las rocas, los árboles. Encontré un poco de paz. Nos quedamos con mi amiga en Granduk y decidí quedarme un día más allí sole, descansando. Estoy muy triste. No tengo fuerza. Estoy asustado. Finalmente, ella se fue. Ya veré cómo va mañana. Me siento bien diciéndote esto, comunicándome en mi ser real.
Te envío bendiciones desde aquí. Adiós.
A little bit of desperation.
June 19, 2018
Dear Laura,
Oh, my friend. Last two days were so hard. I walked with the friend from Malaysia. We all know this, but relationships are what gives us a deeper comprehension, more complex about the world. I was sad because of the fog; the visibility was bad. And she was happy because in low season the fog covers the landscape as a fairy tale or a movie. She was happy because she was able to see that due to the low season. Do you see? I surrender. Accepting the present, not fighting against what it is.
Then, we arrived so tiredly, and, in the hostel, there was a couple, she was from Colombia! And he was from Nepal. What a refreshing experience. Isolation was over (for a moment). I found some communion. But then.
I got a conflict with my partner and we broke up. I felt so hopeless. Suddenly, I felt so vulnerable in the last corner of the world, so lost. I couldn’t sleep. I prayed, I meditated, I cried. I did some readings looking for guidance. Yesterday, I felt I couldn’t walk, but my friend was leaving. I think at some point I felt like dying. It sounds scary to say it, but I guess we all think about that sometimes or at least once in a lifetime. The willingness to die. I kept praying and asking myself what is my part in this conflict? Please, I want awareness, I want to learn. I want to take responsibility.
I became more and more in stillness, looking at the waterfalls, the rocks, the trees. I found some peace. We stay with my friend in Granduk and I decided to stay one more day by myself, resting. I’m so sad. I have no strength. I’m scared. Finally, she left. I’ll see how tomorrow goes. I feel good telling you this, communicating in my real self.
I send you blessings from here. Bye.
Yoga para todes 