dedicado a mi amiga pájaro, para que sigamos sanando las heridas del padre
ya casi que se ha vuelto parte de la cultura popular y se hacen muchas bromas sobre eso pero, es cierto. muchos de nuestros problemas actuales comenzaron en nuestras infancias incompletas que nos dejaron con muchas heridas.
como lo dice el pathwork, que es uno de los caminos que sigo para mi desarrollo personal (además del kundalini), cuando éramos niños deseábamos amor incondicional, amor infinito, y también amor unidireccional. es decir, queríamos ser amados sin importar lo que hiciéramos, y no necesariamente planéabamos amar a cambio (casi que todo lo contrario). es una postura natural para el infante, cuyo sistema se centra en sí mismo. en pocas palabras, cuando niños, teníamos deseos de amor que no son realistas en lo más mínimo.
adicionalmente, cuando éramos niños también teníamos necesidades muy reales de ser cuidados, protegidos y amados. entonces, la cosa se complica porque no solo no obtuvimos ese amor irreal que tanto queríamos (obviamente, porque no es posible), sino que nuestros padres, como humanos imperfectos, nos dieron amor imperfecto, nos dejaron heridas, se equivocaron o no nos protegieron, etc. estas heridas, a lo mejor, sus padres se las infringieron a ellos, y como nunca llegaron a sanar, las replicaron de nuevo.
entonces, desde muy jóvenes, tenemos ese sentimiento de no ser amados, además de las heridas abiertas, y el niño no tiene forma de procesar estos sentimientos o ponerlos en términos adultos. es una incomodidad, un dolor de corazón, una decepción que no se quita.
al crecer, nos avergüenzan esos sentimientos que no son completamente «lógicos» y entonces los enterramos en el inconsciente, donde, escondidos, se vuelven muy poderosos (no puedes curar lo que no se ve). en pocas palabras, una parte nuestra que no maduró aún (y que no se deja ver fácilmente) busca en todas sus relaciones ese amor que nunca tuvo.
por ejemplo, yo me he pillado ahí muchas veces. quiero que mis amigos, por decir un caso, entiendan que necesito espacio y que a veces no estoy para ellos, o sea quiero que me amen como soy, y me comprendan todo; pero cuando son ellos los que no me responden, o no están ahí para mí, entonces los juzgo y me enojo. es como si tuviéramos un doble estándar, uno para nosotros mismos y otro para ellos. también pasa al revés, claro, hay cosas que le paso a mis amigos y que no me hacen dejar de amarles, y esas mismas cosas, cuando las veo en mí, las odio y no puedo perdonarlas. es una cara de la misma moneda.
además de esto, partes nuestras también buscan amor verdadero, recíproco, pero lo confunden con el amor que se tuvo en la infancia, imperfecto, tal vez hasta retorcido, una y otra vez. simplemente no supimos ni sentimos qué es el amor maduro, porque casi nadie es maduro, no importa la edad que tenga. ¿el resultado? en nuestras amistades y, sobre todo, en nuestras parejas, buscamos, con compulsión inconsciente, personas que de alguna u otra forma se parecen a nuestros padres, a ver si esta vez sí logramos obtener el amor de ellos.
este marco de pensamiento es radical.
el pathwork dice que la mayoría de nuestros problemas en realidad apuntan a estas circunstancias de nuestra infancia y se añaden a las otras circunstancias difíciles que podemos haber padecido en nuestras vidas (accidentes, muertes, abusos, etc.). por eso, ya en esta entrada (la decepción amorosa, un camino para aprender) hablé un poco de el asunto de la pareja y la proyección de los padres en ella, y aquí expando más sobre este tema con una aproximación práctica.
las ideas que te estoy contando y lo que viene solo lo puedes verificar si lo experimentas tú mismo. yo lo leí hace años y resonó, pero hasta que no lo he visto en carne propia no me he convencido. por eso, dale un chance y, si no resuena contigo y no lo ves en tu vida, sigue buscando tus caminos.
ahora sí los pasos.
los tres pasos que ofrece el pathwork son muy sencillos. decidí compartirlos hoy contigo porque mientras los estudiaba, los apliqué, y tuve un proceso muy profundo y real de sanación. como sé que funcionó para mí, me anima la idea de que también a ti te ayude.
1) identifica y analiza una situación de no-armonía o conflicto con alguien
te pongo mi ejemplo, no tiene que ser nada mayor. yo escogí, esta tarde, una situación con un amigo que me ha cancelado varias veces nuestro encuentro. aunque entiendo sus razones con mi parte racional, tuve sentimientos de ansiedad y algo de enojo, desilución, entre otras. tuve que saltarme a mi ego para poder ver la realidad de estos sentimientos porque mi ego me decía que era una tontería y no me debía sentir así.
2) identifica cómo los sentimientos negativos de esta situación actual se relacionan con los de tu infancia
otra vez, tienes que saltarte al ego. si eres orgulloso, como yo, este paso no le gusta. puede haber muchas resistencias aquí, incredulidad, ideas como, «no, nada que ver», o «no puede ser que algo tan tonto se relacione con mi infancia», «esto no tiene nada que ver conmigo, la otra persona de verdad me ha hecho mal». observa todas estas reacciones con paciencia y pide ayuda de tu ser superior. metafóricamnte (yo hago esto en mi pensamiento) extiende tu mano hacia arriba y pide ayuda. la información llegará si la pides.
el ejemplo mío. luego de toda la lora del ego. me llegó. este dolor es el dolor del abandono de mi padre. claro, a escalas diferentes, pero es el eco. lo que más me duele del abandono de mi padre es que haya predominado su situación personal, que haya escogido dejar un hijo regado por el mundo llenándose de excusas. ¿y yo qué? dice mi niño interior, y es justo lo que pasó con mi amigo. tiene múltiples razones para no venir, pero, ¿y yo qué? mi tiempo de espera, mis sentimientos, ¿y yo qué?
por cierto, estamos super bien mi amigo y yo, trabajar en esto me hace ver que es algo en mí y ya con mi amigo puedo poner límites amorosos (no hacer más citas por ahora, o lo que sea) pero seguimos queriéndonos y yo no me victimizo.
3) siente lo que temes sentir
les digo la verdad, cuando llegué a este descubrimiento, que esta incomodidad con mi amigo apuntaba a lo de mi padre, algo pasó. estaba sentado en mi cama y fue como si se abrieran las compuertas de un río. comencé a llorar como si fuera un niño, con todo mi cuerpo, con sollozos profundos, con todo mi ser. me dejé llorar ahí. le pedí a mi ser superior que me acompañara y lloré y lloré. comprendí cosas, como que mi padre es imperfecto, claro, que para la conciencia de niño es un gran reconocimiento, entendí que no haber tenido esa energía protectora me ha afectado mucho, etc. muchos descubrimientos. cuando me pasó este llano, sentí una inmensa paz y liviandad. sentí alegría y energía que me llegaba de vuelta.
ahora la parte «difícil», repite esto una y otra vez. no tengo ni forma de contar cuántas veces he llorado el abandono de mi padre. pero cada vez aprendo y siento cosas nuevas y otras viejas. la guía dice que, por más interminable que parezca, un día se acabará. un día dejaré de llorar la herida de mi padre.
¡eso es todo!
el pathwork dice que la tragedia de nuestras vidas no es necesariamente que nuestros padres no nos hayan amado o nos hayan maltratado (lo cual es una tragedia, por supuesto), sino que nos neguemos a la felicidad por el resto de nuestras vidas al no sanar esta herida primera. por lo menos en mí, esto es cierto. llevo décadas no siendo completamente feliz y resintiendo a mis padres, ¿no es eso la tragedia mayor?
mi mensaje de hoy es que puedes sanar. pero no te recomiendo que lo hagas solo. justo esto me lo recordó hoy una maestra hermosa, fedora, en su clase online. estos pasos que te comparto del pathwork y que yo sigo los puedo aplicar ahora en mi hogar porque tengo una terapeuta y una comunidad de sanación personal (voy en mi año 4 de pathwork). tengo mi práctica de yoga y meditación (8 años como practicante y profe), y mi conexión con lo divino es muy fuerte. la idea de que uno solo y sin ayuda puede sanarse es una fantasía individualista de nuestra sociedad moderna. si tienes tu red de apoyo (sea tarot, constelaciones familiares, yoga, baile, la iglesia, yagé), te recomiendo mucho estos tres pasos. si no la tienes, tal vez puede ser tiempo de buscar un camino que te una a otros en sanación.
que mis palabras te encuentren en calma y dicha.
con mucho cariño a todes, sat nam!